Hace unos días me encontré con un tuit de Pablo Sopena, que
mencionaba una pregunta de Rosa Matias a raíz de un vídeo de Juan Astorqui:
"El perfil del dircom", del que ya hablé en otro post.
Juan Astorqui, un histórico del sector, explicaba que los
directores de comunicación debían tener tres cualidades: Realismo, formación en
gestión y conocimiento profundo de la red.
En las últimas semanas me han interesado varios artículos de
José Manuel Velasco, Presidente de Dircom: "Los dircom como conservadores
del carácter corporativo" y "Qué es un dircom y qué no es".
Ambos aportan mucho al debate. Otro artículo que recomiendo es "La
especificidad del DirCom", de Joaquín Mouriz Costa, Director de Marca,
Comunicación y Publicidad. Cetelem España. Grupo BNP Paribas, que recoge la
teoría de Joaquín Costa: sostiene que el dircom debe ser un estratega, un
generalista y polivalente.
Quisiera centrar el artículo en los hábitos -que crean el
carácter- que debe tener un buen director de comunicación, y que considero
esenciales para su trabajo: la visión estratégica y la inteligencia emocional.
1. Inteligencia emocional: escucha honrada y tiempo para los
demás.
a) Conocí a un director de marketing de un periódico
deportivo que, todas las semanas, se daba una vuelta por Madrid parándose en
los kioskos: hablaba con los dependientes, observaba cómo se comportaba la
gente, si sus promociones atraían, etc. Tenía una actitud de "escucha
honrada", porque quería mejorar y no le importaba cambiar su modo de
trabajar, si advertía que no funcionaba lo que había decidido. La escucha
honrada permite observar y ser humilde.
El dircom debe saber que la compañía -empresa o institución-
está por encima de él, tiene vida propia y un proyecto en el que colabora
durante un tiempo determinado. He visto a algunos dircom obsesionados por
"su" proyecto, tan personalizados e identificados con él que pierden
la objetividad e intentan justificar lo injustificable. Es importante que pueda
mirar el trabajo de su departamento con cierta distancia y objetividad, para no
obcecarse.
b) En aquella época varios amigos trabajaban en el
departamento de Comunicación de Deloitte. Cuando ocurrió el incidente del
Windsor realizaron un gran trabajo, que fue objeto de varios estudios. El
equipo funcionó a la perfección, y es que habían tenido multitud de sesiones de
formación. El dircom, en este caso Goyo Panadero, se había preocupado de
dedicar tiempo a la gente de su equipo. Es necesario que el dircom forme en
comunicación, escuche a su equipo, delegue mucho -"hacer hacer"- y
deje que salga el talento de la gente.
Con la escucha honrada del público externo y del equipo de
comunicación se adquiere una segunda piel -empatía- para comprender la realidad
y acertar con los mensajes que hay que difundir hacia fuera y hacía la cúpula
directiva.
2.Visión estratégica o atornillarse en el cuadrante
urgente-importante.
Cuando se llega a una compañía lo primero es... Hace dos
días un amigo recibió una oferta de trabajo para dirigir una gran empresa: la
primera condición que puso fue disponer de tiempo para hablar con todos los
empleados. Y es que es la forma de comprender cómo es esa compañía, qué
expectativas tienen los empleados y los directivos, para qué te quieren allí.
Matriz "Eisenhower", vista gracias a @sunde
Una vez que se tiene claro el objetivo, uno debe amarrarse a
la famosa matriz "Eisenhower" y atornillarse en el cuadrante
"Urgente e importante", para así impulsar el plan de comunicación
previsto, y tener disponibilidad para pensar y dedicar tiempo a su equipo.
Recuerdo que me contaron que el rector de una Universidad no permitía que le
pasaran llamadas durante los primeros diez minutos, que dedicaba a escribir en
un papel qué cosas quería hacer ese día, por encima de cualquier eventualidad.
La visión estratégica no es un don -aunque he visto
auténticos fenómenos de la intuición-: normalmente es fruto de las
características que he descrito más un último punto: la formación constante.
La matriz permite además algo esencial en el trabajo del
dircom: planificar a corto, medio y largo plazo, situándolos en los distintos
cuadrantes, con flexibilidad, pues algunas acciones ayudan a un objetivo de
medio plazo y otros resuelven un asunto que estaba en el cuadrante
"urgente pero no importante", por ejemplo.
3. Estudio, estudio, estudio.
Nunca es tarde para aprender...
La comunicación está en constante evolución, así que no
queda más remedio que estudiar y leer. Y para que el día a día no le coma, debe
fijar un tiempo diario. El decano de mi Facultad -con toda la carga de trabajo
que tenía-, estaba siempre en la Biblioteca de 9 a 11 de la mañana, estudiando
y escribiendo.
Nunca es tarde para aprender... |
Otra cosa que valoro en un buen director de comunicación es
que tenga intereses más allá de su ámbito, es decir, que debata con gente de
otros sectores, incluso en apariencia muy lejanos. Así no se pierde el contacto
con la realidad y con otras percepciones o sensibilidades.
Inteligencia emocional, visión estratégica y estudio,
conforman para mí los hábitos más necesarios de los directores de comunicación
de cualquier compañía. Pienso que son las palancas para dirigir correctamente
la comunicación creando un ambiente de trabajo constructivo.